Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan. Yo una pregunta que hago: La virgen María ¿Escuchó la Palabra de Dios y la guardó? |
Cita Este es el sentimiento hacia María que Dios hace brotar en nuestro corazón. Reconocer la fe y el valor que tuvo María hasta el fin de su paso por este mundo (incluyendo la muerte y resurrección de su Hijo) no es ajeno a la enseñanza de Dios, pues María es el ejemplo, por excelencia, de "las maravillas" que hace Dios en quienes le aman y le sirven. Saludos estimado Miguelito Disiento contigo en lo que has dicho en tu último mensaje. Y he citado sólo lo de arriba pues es claro que el ejemplo por excelencia es el Hijo del Hombre, Jesús el Cristo. Y ya sabrás que si Uno es el Bueno y Perfecto, que Uno es el Excelente y Rey, y así mismo el hacedor de las maravillas, entenderás que mis sentimientos no tienen sino el más profundo amor por Él, y mis ojos no pueden estar puestos más que en Él, nuestro Amado, el Esposo. Es tanta e inigualable su gloria, que eclipsa cualquier invitación de ir en pos de María, pues es tanto el amor del Padre que nos ha dado a su Hijo (nunca nos dio una "Madre", no nos dio a María sino a Jesús), pues el Señor dice: "venid a mi". Ya que no necesitamos de María para ir al Padre, sino al Hijo, el Camino, nuestro Sumo Sacerdote, María no es "Sumo Sacerdote" (ver Hebreos), por ende no puede ejercer la función que sólo ejerce el Hijo, Jesucristo, único capaz de presentarnos ante Dios por los méritos de Su sacrificio. Ahora bien, con respecto a la maternidad, vos afirmas que nuestro padre es Abrahám (en un sentido) pues bien, precisamente Pedro, enseña que es Sara nuestra "madre" y no María, veamos: 1 Pedro 3:6 "como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza." Entonces, ¿por qué no llamar a Sara "madre de la Iglesia? ¿No lo dice aquel que ustedes suponen el mayor de los papas? Pero el error está en considerar que si Abrahám es nuestro padre, no lo es sino en cuanto a la fe, es decir, por ser el primer creyente, el patriarca de la fe. Pues "uno solo es vuestro Padre" dijo el Señor, y de Él son hechos hijos de Dios los que reciben a su Hijo, o sea, no por María sino por Cristo. De donde nuestra comunión es "con el Padre y con el Hijo", y nuestra filiación es otorgada a través del mismo Espíritu que se nos dio, el cual es el de Dios y Cristo, y no el de una criatura (sea Abrahám, Sara, o María), de ahí que sólo haya "un Padre de los espíritus". Y sabiendo que Cristo hizo perfectos los espíritus de los justos con su sacrificio (ver en Hebreos) nuestra filiación, siendo con el Padre a través del Hijo, no necesita (para efectivizarse) de María, puesto que nuestra muerte es con Cristo en la cruz, y nuestro nuevo nacimiento es en Su resurrección, luego, estamos unidos a Cristo en su muerte y resurrección, y no en el nacimiento que provino de de María, sino en el nuevo nacimiento que proviene, sólo y únicamente de un Padre, el Dios de los cielos y la tierra. Bendiciones |
Hola, mi estimado hermano Liberador, la Paz de Dios sea contigo!
Doy gracias a Dios que hemos podido dialogar prudentemente y espero en Dios, poder seguir haciéndolo en esta manera.
Respecto a la que comentas:
Cita Disiento contigo en lo que has dicho en tu último mensaje. Y he citado sólo lo de arriba pues es claro que el ejemplo por excelencia es el Hijo del Hombre, Jesús el Cristo.
Cierto es que en Jesús “reside toda la plenitud de la Divinidad corporalmente”, es decir, el Hijo tiene la misma condición Divina que el Padre, nuestro Dios. Sin embargo, María es por excelencia el ejemplo de “las maravillas” (o “cosas grandes” según Lucas 1: 49) que Dios hace en quienes le aman y le sirven.
Esto, creo yo, lo entiendes y no te es difícil asimilar puesto que escribiste:
Bien dices que nadie tendrá la bienaventuranza que tuvo María de ser la mamá del Señor Jesús
De este modo, María es por excelencia el ejemplo las cosas grandes que Dios hace para con los hombres, y, dado que Jesús es Dios, no niega que él sea el excelentísimo ejemplo de la comunión con el Padre, dado que esta comunión es desde el “alfa” hasta el “omega”, pero la condición Divina de Cristo lo hace diferente a la condición de nosotros incluyendo a María (que no es una diosa, sino la sierva del Señor) por su condición de “ser mortal” mientras duró su paso por el mundo.
Ahora, respecto a la maternidad de María para con la Iglesia, doy gracias a Dios que hayas sido vos quien citó las Palabras de Pedro, las cuales cito también y procedo a dar mi humilde opinión:
Cita Ahora bien, con respecto a la maternidad, vos afirmas que nuestro padre es Abrahám (en un sentido) pues bien, precisamente Pedro, enseña que es Sara nuestra "madre" y no María, veamos: 1 Pedro 3:6 "como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza." Entonces, ¿por qué no llamar a Sara "madre de la Iglesia? Esta pregunta es fundamental para entender la maternidad de María en la Iglesia. Pero es necesario leer unos versículos antes, para ver en función de qué es madre Sara. Esta pregunta es fundamental para entender la maternidad de María en la Iglesia. Pero es necesario leer unos versículos antes, para ver en función de qué es madre Sara.
Cita Igualmente, vosotras, mujeres, sed sumisas a vuestros maridos para que, si incluso algunos no creen en la Palabra, sean ganados no por las palabras sino por la conducta de sus mujeres,
5 Así se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sumisas a sus maridos;
Ahora, ¿Por qué no llamanos a Sara madre de la Iglesia?
En primer lugar, porque Sara viene a ser madre de las mujeres que son sumisas a sus maridos, pues la sumisión de Sara llegó al punto de llamar Señor a Abrahán, mientras María llamó Señor al Padre Celestial. De este modo, no es que María no haya sido sumisa a José, pero antes que a José, María fue sumisa a Dios, pues dijo “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”
La relación marital entre José y María nunca se consumó, es decir, María no tuvo relaciones con José después de nacido Jesús, y la Escritura atestigua este hecho cuando Dios habla a José diciéndole “toma al niño y a su madre” y no “toma al niño y a tu mujer”
Pero la gran diferencia entre Sara y María, que imposibilita que Sara sea considerada madre de la Iglesia por la fe, lo encontramos en Génesis 18:
Cita 10 Entonces uno de ellos le dijo: "Volveré a verte sin falta en el año entrante, y para ese entonces Sara habrá tenido un hijo". Mientras tanto, Sara había estado escuchando a la entrada de la carpa, que estaba justo detrás de él. 14 ¿Acaso hay algo imposible para el Señor? Cuando yo vuelva a verte para esta época, en el año entrante, Sara habrá tenido un hijo". Esta actitud de Sara es totalmente contraria a la de María, y el Espíritu Santo lo atestigua mediante Isabel cuando, “llena del Espíritu Santo” (Lucas 1: 41) exclamó a gritos: “¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor” (Lucas 1: 45) Esta actitud de Sara es totalmente contraria a la de María, y el Espíritu Santo lo atestigua mediante Isabel cuando, “llena del Espíritu Santo” (Lucas 1: 41) exclamó a gritos: “¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor” (Lucas 1: 45)
Así, Sara no puede ser considerara nuestra madre en la fe dado que, a diferencia de María, no creyó lo que escucho de parte del Señor.
Cita Pero el error está en considerar que si Abrahám es nuestro padre, no lo es sino en cuanto a la fe, es decir, por ser el primer creyente, el patriarca de la fe.
Ante todo hemos de recordar que Padre Celestial sólo hay Uno, el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Pero desde la antigüedad se ha considerado la relación de la Iglesia con Dios como la relación de un hijo con su Padre, es decir, somos la familia de Dios por Cristo, con El y en El.
Ahora, si los Apóstoles se han adjudicado la paternidad de quienes han encontrado el Camino por su vía, tal es el caso de Pablo, que dice haber engendrado a Onésimo (Filemón 1: 10) y Juan, que en sus epístolas nos llama constantemente “hijitos” o “hijos” (1 Juan 2: 1, 18; 3: 7; 4: 4; 3 Juan v. 4) ¿Por qué María no puede ser nuestra madre, si Jesús dijo: “Mujer ahí tienes a tu hijo” y luego dice al discípulo “ahí tienes a tu madre”?
Cita Y sabiendo que Cristo hizo perfectos los espíritus de los justos con su sacrificio (ver en Hebreos) nuestra filiación, siendo con el Padre a través del Hijo, no necesita (para efectivizarse) de María, puesto que nuestra muerte es con Cristo en la cruz, y nuestro nuevo nacimiento es en Su resurrección,
Yo considero que la filiación requirió del “Sí” de María, cierto es que si María hubiera dicho ¡No! a Dios, El hubiera elegido a otra mujer, sin embargo, el “sí” de María es verdadero y lo confirma la Escritura, por lo tanto, gracias a esa fe de María es que nació el Salvador del mundo.
Ante todo, no es mi intención hacerte creer, pues esto sólo lo puede hacer Dios, yo lo único que hago es dar respuesta a las dudas que me planteas según lo que he aprendido de mi madre la Iglesia.
Dios te Bendiga! |
Un enlace que despejará toda duda, a los que creen en la Palabra de Dios: https://perspectivacristiana.mforos[....]de-la-adoracion-de-la-virgen-maria / ...En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. I begynnelsen var Ordet, och Ordet var hos Gud, och Ordet var Gud... |
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Por: El_LIBERADOR, el 12/Jun/2008, 20:51 | 12/Jun/2008, 20:51 | 1 | 515 | 12/Mar/2010, 18:05 El_LIBERADOR |